Como un sueño hecho realidad, el Pehuenche recibió a miles de personas que año tras año llegan a ese bello y emblemático sitio para celebrar la hermandad de los pueblos, con sus rutas de ambos lados totalmente asfaltadas, con la agilidad de los trámites aduaneros y el sol a pleno esta 57º edición del Encuentro más importante de todo el límite entre los dos países fue un éxito.
Con la presencia de más de 14.000 personas que hasta pasado el atardecer continuaban arribando, con una alegría y una hermandad que se sentía en el aire, las actividades programadas comenzaron desde las 9 de la mañana, y siguieron ininterrumpidamente hasta el día domingo. Los actos protocolares comenzaron con la liturgia religiosa, donde representantes católicos de ambos países dieron la bendición, luego el acto central donde las autoridades de los dos lados de la cordillera dieron sus discursos (que se detallarán en una próxima nota) para dar paso al show artístico. Luego y con ambas banderas flameando a la par, se pasó al almuerzo con un brindis de honor y con delicias de las regiones.
La tarde continuó con un clima de fiesta acompañado del calor y del sol brillante, donde se jugaron los tradicionales partidos amistosos y el paseo de compras que este año fue más grande y próspero. Al caer la noche se vivió una fiesta con la presentación de números artísticos destacados de ambas ciudades y la hermandad a flor de piel.
El Pehuenche es un sueño cumplido por el que seguiremos trabajando hasta verlo convertido en el paso internacional de importancia que se merece.