El profesor Pablo Villarruel, miembro de la Escuela Municipal de Judo, fue uno de los exponentes este jueves, de la charla vía zoom que vieron más de 200 profesores en todo el continente.
El Judo social, es una parte fundamental de este deporte, que si bien no es netamente deportiva, incita a los propios participantes a colaborar con quienes más lo necesitan. Malargüe viene siendo un ejemplo a nivel mundial y la Escuela Municipal es noticia hace años, no sólo por los logros de cada alumno dentro del tatami, sino también porque lo que hacen debajo de él.
Es por eso que la Confederación Argentina de Judo Social a cargo de Gustavo Aviani, convocó a Pablo Villarruel para ser uno de los cinco exponentes el pasado jueves, para que cuente sus experiencias con el grupo malargüino.
Pasadas las 20 horas, fue el turno del profesor Villarruel donde contó los trabajos realizados en el merendero Corazones Judocas y en cada uno de los eventos donde aportaron su granito de arena.
Analizando el contexto general del resto del país, nuestro departamento es el único que tiene tantos profesores dentro de los programas deportivos municipales e incluso el lugar de entrenamiento, se realiza en un espacio como es nuestro polideportivo y los centros barriales, con elementos en perfectas condiciones.
Sobre el final de la charla, Villarruel no logró contener las lagrimas y se quebró con un pedido “Yo escucho y leo mucha gente que dice que le gustaría que crezca el Judo Social y la verdad que no estoy de acuerdo, yo realmente quisiera que ni tuviese que existir porque eso querría decir que haría tanta falta. Es muy duro que te tengan que agradecer por un plato de comida o un vaso de leche.”
